22 de diciembre de 2013
ARGENTINA - ¿ EL KIRCHNERISMO "RETROCEDIÓ" EN DERECHOS HUMANOS PORQUE NOMBRÓ A UN PERONISTA REPRESOR JEFE DEL EJÉRCITO ?
22/12/2013
Argentina - Crónica política
Milani y el retorno de los militares al poder
Por Rogelio Alaniz
ralaniz@ellitoral.com
“Debemos tener el valor de nuestras opiniones y la inflexibilidad de nuestros deberes”.
Maximiliano Robespierre
No deja de ser preocupante que un militar con los antecedentes represivos de César Milani sea ascendido a la máxima responsabilidad militar en el Ejército, pero mucho más preocupantes son las consideraciones políticas que el gobierno ha tenido en cuenta para promoverlo.
Con el riesgo de simplificar las opciones, diría que el general Milani no está allí por sus presuntas habilidades como represor, sino por sus posiciones políticas que se corresponden con las necesidades del gobierno peronista encabezado por la señora Cristina.
Dicho con otras palabras, la llamada refuncionalización de las Fuerzas Armadas significa una estructura militar no subordinada a la Constitución o al Estado sino al gobierno, y no al gobierno de turno, sino al gobierno de los Kirchner.
Quienes presentan su decisión como un acto contradictorio, deberían saber que en realidad es un acto de sinceramiento político, al punto que muy bien podría decirse que la farsa montada por los Kirchner en materia de derechos humanos, hoy queda superada por esta decisión que se ajusta a lo que efectivamente creen en materia de poder.
El principio o la consigna de uniformados participando del proyecto nacional y popular abreva en una añeja tradición peronista.
Es más, es uno de los conceptos fundacionales de un movimiento que nació y creció al calor de un Golpe de Estado y que desde sus orígenes pretendió -con resultados no tan felices- transformar a las Fuerzas Armadas en un apéndice del gobierno o en una corporación destinada a cumplir una función estratégica clave en el modelo de poder pergeñado por el jefe.
El ascenso de Milani es el ascenso de las Fuerzas Armadas a la política o al poder.
Viola los derechos humanos, pero fundamentalmente viola el Estado de derecho.
Al respecto, no deja de ser una cruel paradoja un oficialismo que decidió celebrar con bailes y tamboriles los treinta años de la democracia cuando el país ardía y los deudos enterraban a sus muertos, mientras a un costado del escenario sus operadores tramaban la maniobra que significaría politizar a los militares o, para ser más precisos, oficializar a los oficiales.
En efecto, uno de los logros perdurables de la etapa democrática iniciada en 1983, fue haber puesto punto final al protagonismo de los militares en el sistema político, protagonismo iniciado en septiembre de 1930 y que durante medio siglo condicionó la política nacional.
En su momento, Raúl Alfonsín denunció el pacto sindical militar, la componenda entre la burocracia sindical y los golpistas.
En realidad, ese acuerdo no necesitó ser probado jurídicamente, porque era tan evidente que hasta los propios imputados no se preocuparon en refutarlo.
Tampoco deja de ser casualidad que las impugnaciones militares a la democracia nacieron de “soldados” identificados con el peronismo.
Son los casos emblemáticos de Rico y Seineldín que, por supuesto, no son los únicos ni los últimos.
En todas las situaciones, y con la inevitable diversidad de registros ideológicos, siempre estuvo presente la concepción corporativa y fascista de considerar a las Fuerzas Armadas como integrantes privilegiadas de la causa nacional y popular.
VEA EL ARTÍCULO COMPLETO DEL DIARIO "EL LITORAL"
(Fuente : ellitoral.com)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Mientras en Europa la prohibición del Nazismo y el Fascismo duró muchos años, en Argentina fue un fracaso.
ResponderEliminarEn 1973, el peronismo tenía el doble de adeptos que durante el Gobierno de Perón y Evita