08/09/2013
Protestas contra la corrupción política en el Día de la Independencia de Brasil
Se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía
La Policía de Brasil usó gases lacrimógenos, perros y balas de goma para dispersar a los que protestaban contra la corrupción política, tratando de interrumpir las celebraciones del Día de la Independencia, que incluyen desfiles militares en Río de Janeiro, Brasilia y muchas otras ciudades
La Presidenta Rousseff encabezó las principales celebraciones, en Brasilia, la capital Brasileña
La Policía dijo que arrestó al menos a 10 personas en Río, y por lo menos 6 manifestantes resultaron heridos
Esta fue una de las más de 100 manifestaciones preparadas a lo largo de Brasil, con sindicatos, grupos de estudiantes, anarquistas y otros grupos, exhortando a que finalice la corrupción política y mejoren drásticamente los servicios públicos de salud, transporte, educación y seguridad.
En el centro de Río de Janeiro, unos 500 manifestantes invadieron el área de festejos del día patrio, haciendo escapar asustadas a familias con niños.
La Policía usó gases lacrimógenos y armas paralizantes para dispersar a los opositores.
Hubo actos de vandalismo contra Bancos.
En Brasilia, la Policía usó 'gas pimienta' en spray para hacer retroceder a la multitud que marchaba rumbo al Congreso de Brasil para demandar que sean echados de sus cargos los políticos corruptos.
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Sólo se permitió a los manifestantes opositores marchar por la explanada de Brasilia cuando
la Presidenta Dilma Rousseff ya se había retirado.
Los organizadores dijeron que mucha gente que había intentado unirse a la demostración anti-gubernamental, no pudo hacerlo debido a la fuerte presencia de la Policía y el pronóstico de violencia ya visto en recientes choques ocurridos en Sao Paulo y Rio de Janeiro, donde jóvenes encapuchados fueron los principales protagonistas.
La Policía arrestó a grupos de jóvenes encapuchados, armados con piedras y hondas, en las ciudades de Curitiba y Fortaleza, donde los desfiles se realizaron sin incidentes.
Luego, los manifestantes se movilizaron hacia el nuevo estadio de Fútbol de Brasilia, que costó 600.000 dólares, donde la selección Brasileña iba a jugar contra Australia más tarde, en un partido de práctica para la Copa del Mundo del Próximo año, que organiza Brasil.
La Policía en este caso utilizó perros y gases lacrimógenos para frenar a los manifestantes, logrando que no puedan llegar al estadio.
(Fuente : http://en.mercopress.com)
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