LOS MAFIOSOS SON UNA CARGA PARA LA SOCIEDAD ARGENTINA
PERO LO PEOR ES CUANDO GOBIERNAN EL PAÍS
27/10/2013
FAMILIA DE ORIGEN MAPUCHE PERSEGUIDA POR MAFIOSOS EN UNA PROVINCIA GOBERNADA POR EL KIRCHNERISMO
Argentina - Chubut
Tres hermanos asesinados en tres años: la increíble y triste historia de la familia Epulef
A Eliana la mataron en el año 2010
Y entre el 15 de Setiembre y el Viernes, asesinaron a Franco y a Diego
Un enfrentamiento entre familias que parece no tener fin
Diego habló con Jornada cuando marchaba pidiendo justicia por su hermano :
“Esa bala pudo ser para mi”
Fue la crónica de una muerte anunciada
Diego, el 17 de Septiembre, pidiendo Justicia tras el asesinato de su hermano Franco
A Diego Epulef le balearon la casa donde vive con sus padres el Jueves.
Cuando salió a la vereda le pegaron un tiro que ingresó por el ojo y salió por la nuca.
Murió el Viernes. Tenía 34 años.
Hasta hace pocas semanas, encabezaba marchas pidiendo justicia por el asesinato de su hermano Franco, de 16.
También lo mataron de un balazo a la salida de un boliche.
Pero no son las únicas tragedias de la familia: en marzo de 2010, mataron a balazos a Eliana, otra hermana que tenía 24 años.
También fue en la puerta de su casa en un hecho confuso y por el que hay un condenado.
El triple crimen conmueve una vez más a Comodoro Rivadavia donde los hechos de violencia y la inseguridad parecen no tener límites
Después de la muerte de Diego, Mercedes, una madre que en tres años perdió tres hijos en forma violenta no se cansaba de pedir justicia. Y señaló a la familia de Damián Vera condenado a 14 años por la muerte de Eliana, como la autora ideológica de los crímenes.
“El cuñado de Damián Vera, Víctor Reynoso está mandando a matar a mi familia. Que me escuchen los Jueces, los Fiscales, que hagan algo. Pedimos custodia porque el asesino de mi hijo Franco tenía y nosotros no".
"Un patrullero pasaba de vez en cuando pero nunca pusieron una custodia en mi casa y sabían bien quiénes eran los asesinos y que alguna vez nos iban a atacar”.
En el barrio Máximo Abásolo, donde viven los Epulef dicen que los enfrentamientos entre ambas familias comenzaron durante las audiencias por el crimen de Eliana y que nunca tuvieron un punto final.
Ya en los tribunales antes de la condena de Damián, se amenazaban y agredían verbalmente. Pero por las muertes de Franco y Diego, los detenidos no son familiares directos del condenado: por el asesinato de Franco está detenido Enzo Ariel Levián, un amigo.
Y el Viernes quedó detenido como sospechoso de la muerte de Diego, el mencionado Víctor Reynoso. Una trama difícil de descifrar aunque con un denominador común: la muerte.
El asesinato de Franco se produjo en la madrugada del domingo 15 de Setiembre.
Se encontró con integrantes de la familia Vera en un boliche céntrico de Comodoro Rivadavia y comenzaron a pelear. Llamó a Diego por celular para que lo vaya a buscar y lo defienda. La pelea continuó fuera del boliche.
Los hermanos intentaron huir por una calle lateral pero no lo lograron. Fueron interceptados por un automóvil Bora color blanco. El que conducía era Levián.
Los Vera bajaron y allí se produjo una pelea a golpes de puño. Imprevistamente, Levián bajó del auto con un arma y abrió fuego. Disparó varias veces. Uno de los tiros dio en el tórax de Franco y lo mató.
Luego de las primeras investigaciones que incluyeron una cámara de seguridad ubicada frente al lugar del hecho, se identificó a Levián como el autor de los disparos. Una vez detenido, le dictaron la prisión preventiva por 3 meses mientras continúa la investigación.
Tras la muerte de su hermano, Diego salió a la calle para pedir justicia.
El 17 de setiembre participó de una multitudinaria marcha que pedía por Yasmín, la nena de 11 años que fue violada y estrangulada en un descampado el 14 de Setiembre.
El día de la marcha y mientras portaba una bandera reclamando por su hermano, Diego dialogó con Jornada:
“A Franco lo mataron los mismos que asesinaron a mi hermana. Lo hicieron por venganza porque al tipo que le quitó la vida a Eliana le dieron 14 años de cárcel. Yo no tengo dudas de eso. Además ví todo lo que pasó el domingo. El coche, la patente, a los tipos que nos agredieron. Al que tiró”, dijo.
Y también expresó: “Vivimos amenazados desde hace mucho tiempo. A mi madre Mercedes la viven llamando y amenazando continuamente. Y a toda mi familia. Éramos siete hermanos y ahora quedamos cinco porque a dos me los mataron. Digo, ¿ Y la justicia ?"
"Mi madre se cansa de ir a la policía y se le ríen en la cara. Nadie nos escucha, nadie nos atiende. Si seguimos así nos van a matar a todos”.
También habló del asesinato de su hermana:
“(Ella) Estaba viviendo en Mendoza con su marido (que es de esa provincia) y su beba de seis meses. Pero por el problema del volcán decidieron volverse. Llegaron en Marzo de 2010. Y una semana después entraron a la casa de mis padres y la mataron".
"Al asesino le dieron 14 años de cárcel. ¿ Les parece castigo suficiente para el que mató a un madre joven, a una persona que tenía toda una vida por delante ?. Y parece que ahora le van a rebajar la pena”.
Diego habló del momento difícil, de la tragedia, de cómo seguir adelante:
“Hay que poner todo, no hay otra. Y seguir reclamando justicia. Si te quedás en tu casa, enseguida todo el mundo se olvida de todo".
"Acá en Comodoro Rivadavia no se puede vivir más. Hay secuestros, asesinatos. Son cosas de todos los días. Y sino, miren: han matado un angelito como Yasmín. No se puede creer. Ojalá que haya justicia con el asesinato de la nena. Aunque a este altura, ya no se puede creer en nada ni en nadie”.
El joven parecía adivinar su propio final. Pero así y todo, no bajaba los brazos. Era demasiado haber perdido a dos hermanos en tan poco tiempo, los dos caídos en forma violenta y cuando todavía tenían mucho por vivir.
Ahora que Diego corrió la misma suerte que sus hermanos, hiela la sangre releer aquella última frase del reportaje pronunciada mientras con esfuerzo intentaba sostener la bandera que pedía justicia, castigada por el viento fuerte de Comodoro aquel atardecer del 17 de Setiembre. Asi contó como fueron las últimas horas de su hermano:
“El Sábado trabajó y después se preparó para salir, como siempre. Como cualquier joven de su edad. Hasta que a la madrugada me llamó por teléfono para que lo vaya a buscar”.
Y agregó: “Una bala le pegó a él pero también podría haberme matado a mi”.
Tal vez también valga la pena repetir el final de aquella nota de Jornada: “Parece una historia de ficción. Pero no: es de verdad.
(Fuente : diariojornada.com.ar)
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