7 de febrero de 2015
Argentina - Gobierno despidió al Ingeniero Lagomarsino, Asesor en Sistemas del Fiscal Nisman - Lagomarsino le entregó un arma al Fiscal Nisman y por eso está procesado
El Gobierno Argentino le pagaba 40.000 pesos mensuales (4.624 dólares al cambio oficial) por revisar periodicamente las computadoras de los empleados que trabajaban en el irresuelto Caso Amia
El despido en realidad se debe a que Lagomarsino insultaba a la Presidenta en las redes sociales, según informaron a Cristina Kirchner sus espías
Los diarios Kirchneristas (la mayoría) habían indicado que Lagomarsino era un espía y mostraron un video en que un joven, que según ellos era Lagomarsino, aparecía filmando una marcha de sobrevivientes de Cromañón
Un periodista de la revista musical Rolling Stone desmintió al Kirchnerismo al decir que él (no, Lagomarsino) era "el espía" que aparecía en la marcha
Ante amenazas de muerte, el periodista de RS escapó del país como lo están haciendo centenares de Argentinos que temen ser asesinados
07/02/2015
Argentina - Despido
La Procuración General rescindirá el contrato de Diego Lagomarsino
Diego Lagomarsino, la última persona que vio con vida a Nisman y quien le prestó la pistola Bersa 22 con la que se produjo el disparo mortal, ganaba 41.000 pesos mensuales, el contrato más alto que se registre en cualquier fiscalía del país.
La mayoría de los empleados de la Unidad AMIA testimoniaron que no concurría a la fiscalía y él mismo afirmó que trabajaba de forma remota y que solía ver a Nisman en el edificio Le Parc, muchas veces en horarios inhabituales, como las dos de la mañana de un feriado.
Gentili, designado por Nisman para reemplazarlo en Enero, señaló en un escrito que el informático no se presentaba a trabajar y que lo mismo ocurrió con otro contratado, el abogado Claudio Rabinovich, que percibía 31.000 pesos mensuales y que será igualmente dado de baja, informó este Sábado el diario K Página 12.
La Fiscal Viviana Fein investiga qué papel tenían ambos, qué trabajos hacían y la relación con Nisman.
Sus legajos son los únicos dos que hasta ahora pidió a la Procuración, aunque había otros ocho contratados que tampoco asistían a las dependencias de la unidad, según las declaraciones del resto de los empleados ante la Fiscalía, que dijeron que sabían de su existencia, pero no conocen qué tareas cumplían.
Tanto Lagomarsino como Rabinovich habían firmado sus contratos en 2008.
Los papeles definían en forma genérica sus supuestas tareas.
En el caso del primero, se hablaba de servicios informáticos, y en el del segundo, jurídicos.
Gentili, a cargo transitoriamente de la UFI AMIA, pidió rescindirlos por ser una suerte de empleados o asesores fantasma.
(Fuente : http://www.notinac.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=23507:2015-02-07-15-08-53&catid=47:noticias-principal)
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