6 de octubre de 2014

Brasil - Elecciones Presidenciales - Sorpresa - Los 2 partidos rivales del Gobierno sumaron el 55 % de los votos - Aecio Neves logró un extraordinario 34 % de los votos y dirimirá con Dilma el Balotaje del 26 de Octubre







La mayoría de los que votaron a Dilma sólo lo hicieron por miedo a perder sus pequeños 'subsidios a la pobreza'


No parece posible que los que castigaron a la Presidenta por la desastrosa situación económica del país, ahora la voten



Tras casi 12 años de Gobierno, el partido PT (de Lula y Dilma) destruyó la industria Brasileña, que tenía un gran nivel internacional


Como en Argentina y Venezuela, los desempleados de Brasil se unieron a las mafias, más nutridas y poderosas que nunca 


Susto enorme para los otros Gobiernos Populistas de Latinoamérica





06/10/2014






PRESIDENTA DE BRASIL DILMA ROUSSEFF




55 % de los Brasileños votaron contra el Gobierno


Brasil - Elecciones

Ganó Dilma (pero sufrirá en balotaje)



Por:  Marcelo Falak




Brasilia - Con los votos en la mano, la Presidenta Dilma Rousseff y el opositor Aécio Neves comenzaron anoche mismo a calcular sus dichos y sus gestos para la segunda vuelta del Domingo 26 en Brasil: será en apenas tres semanas, y lo que medie hasta entonces promete vértigo y suspenso.


Es que el resultado de las Elecciones supone una paradoja: la Presidenta ganó ayer, pero el verdadero triunfador fue su rival.


Con prácticamente todas las urnas escrutadas, la mandataria del Partido de los Trabajadores obtuvo el 41,55 % de los votos contra el 33,61 % de su rival del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).


Que Marina Silva, la tercera en cuestión y de posible confluencia con éste, haya obtenido el 21,29 % indica claramente cuán fortalecida está la oposición para lo que viene.


Para ir tranquila al segundo turno, Dilma debía lograr al menos una ventaja de 10 puntos porcentuales. No pudo. Y es un hecho que una alta proporción de los sufragios de Silva se volcará ahora hacia su rival.


Habrá una alianza... por anuncio formal de los dirigentes o por la realidad de la calle.


Es que, casi a la Argentina, los sentimientos aquí están muy polarizados: se está con el PT o contra él, y es reducido el segmento oscilante.


La hegemonía de la Izquierda por primera vez en doce años corre verdadero peligro de terminar.


El oficialismo, puede descontarse, tratará de hacer valer más que nunca su gran carta: la imagen de Luiz Inácio Lula da Silva (roba pero hace). 


Además intentará estigmatizar a Neves como el candidato de los ricos.


Buscará, así, confrontar modelos: mercado interno versus apertura económica, Estado versus privatizaciones, mantenimiento de los planes sociales o su "racionalización".


Neves deberá esforzarse para jurar, como hizo hasta aquí, que no tocará los logros sociales de la era del PT. 


Por su linaje político (es nieto de Tancredo Neves, el Presidente electo que murió antes de asumir al comienzo de la transición democrática), por sus ideas marcadamente liberales en lo económico y por pertenencia partidaria, se trata de una tarea posible. Pero justamente el fuerte de este candidato es el punto débil de Dilma: la economía.


Golpeada por las protestas de Junio de 2013, que expusieron la insatisfacción de amplios sectores, sobre todo juveniles y de clase media, con el estado de los servicios públicos, la Presidenta, se ve, no terminó de capear el temporal.


Su popularidad cayó, los escándalos de corrupción, sobre todo en Petrobras, se sucedieron sin piedad y la economía entró en recesión.


Para ella, que hace cuatro años presumía de ser una gestora eficiente, la economía fue un tormento.


El rebote tras la crisis internacional del año precedente derivó en 2010 en un crecimiento del 7,5 %. En 2011, éste se redujo al 2,7 %, en 2012 al 1 % y el año pasado fue del 2,5 %. Este 2014 no irá más allá del 0,3 % y 2015 rondará el 1 %. Muchos aquí claman por un cambio.


Buscó salvarse aplicando una política anticíclica ante el enfriamiento de China y la persistencia de la crisis Europea, con un fuerte gasto, que permitió mantener el desempleo en los niveles más bajos de la historia.


Generó así una hipoteca que pesará en el próximo mandato.


Pero ahora tiene temas más urgentes que resolver.


También pretendió zafar apelando al apoyo del inoxidable Lula da Silva y movilizando el formidable aparato del PT. Meneó el temor de muchos a perder las ayudas sociales, que son el mejor patrimonio de estos últimos doce años. Lo que logró nada le asegura a futuro.


La región seguirá mirando obsesivamente a Brasil en las próximas tres semanas.


Para la Argentina se juega el futuro del Mercosur y, con ello, una parte importante de sus posibilidades de desarrollo industrial.


Dilma se presenta como la garante del bloque; su rival, como el hombre que, asumiendo el programa del gran empresariado Brasileño, buscará "flexibilizarlo", de modo que Brasil pueda cortarse solo en negociaciones internacionales de apertura de mercados. El tema fue abordado por ambos en el cierre de la campaña.


"A lo largo de mi Gobierno y el del Presidente Lula tuvimos una relación de amistad con la Argentina que pretendo mantener. No sólo nos corresponde fortalecer el Mercosur, sino también asegurar el fortalecimiento de la Unasur y de la CELAC, que son las instituciones que organizan a los diversos países de la región", dijo ella.


"Hasta donde podamos ir juntos (con la Argentina), iremos juntos, pero no podemos permanecer atados si hubiera, por ejemplo, acuerdos bilaterales con algunas regiones del mundo", dijo él.


Todos anoche se preguntaban lo mismo : ¿ aceptará Silva endosar formalmente la candidatura de Neves ?


"Hace cuatro años no lo hizo y le abrió el camino al triunfo a Dilma", recordó, rencoroso, en diálogo con Ámbito Financiero un miembro importante de la campaña del Partido de la Social Democracia Brasileña. 


Y tiene razón. Entonces Marina había sacado el mismo 20 % de los votos que ahora, pero se negó a formalizar una alianza con José Serra (32,6 %).


Pudo haber algo de capricho, ya que la ecologista parece celíaca frente al gluten de los aparatos políticos y el PSDB es uno de los más poderosos de Brasil. Esta vez, sin embargo, las cosas parecen distintas.


¿ Qué pasa con las encuestas que pronosticaban hasta el Viernes una ventaja de 6 a 8 puntos para Dilma en un escenario de balotaje con Neves ?


Para empezar, ninguna anticipó que la diferencia entre ambos sería ayer tan estrecha.


Verdaderamente se hablará mucho del fracaso (de las encuestas) en los próximos días.


Además, hay que relativizar esos escenarios.


"No hay que prestarles mucha atención", le dijo a este diario Murillo de Aragao. "Son simples simulaciones y los candidatos tendrán que salir de nuevo a conquistar sus votos". El juego empieza de nuevo.


Comienza ahora una campaña en la que habrá cuatro nuevos debates cara a cara, y la publicidad en TV, un hecho particularmente resaltado aquí, será paritaria.


De los doce minutos diarios que gozó el PT para la primera vuelta contra cinco del PSBD, ahora cada partido dispondrá de veinte. Difícil panorama para el Gobierno.


(*) Enviado especial


(Fuente : http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=761549)

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