22 de diciembre de 2012

ARGENTINA DE TERROR : LA PESADILLA DE UN PEQUEÑO COMERCIANTE ATACADO POR 80 SAQUEADORES





EL MODELO KIRHNERISTA CONSISTE EN EMPOBRECER A LA POBLACIÓN Y CONVERTIRLA EN DEPENDIENTE DEL GOBIERNO


LA TROPA K NO ENVIÓ ALIMENTOS A LOS INDIGENTES, QUE SON SUS VOTANTES Y APLAUDIDORES HABITUALES, PROVOCANDO UN CAOS 


LOS GRANDES PERDEDORES DE LOS SAQUEOS  KIRCHNERISTAS : 


LOS PEQUEÑOS COMERCIANTES DE CLASE MEDIA BAJA A QUIENES LOS K JAMÁS DEFIENDEN NI SUBSIDIAN COMO A SUS AMIGOS DE LAS GRANDES CADENAS DE SUPERMERCADOS



Héroe :


El hombre que defendió su negocio solo y a los piedrazos contra 80 personas




Quisieron entrar a robarle el comercio unas 80 personas y el resistió con lo que encontró a mano 


Adentro estaba su mujer, embarazada de cuatro meses




Blas grita desaforado, piedra en mano, desde la puerta de su comercio de Ovidio Lagos al 8000 en la ciudad de Rosario


Por Claudio González / La Capital




Uno de los hechos más conmocionantes que se registró ayer en Rosario ocurrió cuando un ciudadano boliviano de apenas 26 años peleó en soledad contra un grupo de hasta 80 personas que pretendía ingresar a su supermercado con intenciones de robo.


Su mujer, embarazada de 4 meses, quedó dentro del negocio, pero a pesar de su condición física, también fue golpeada salvajemente.



¿Por qué tanta saña contra dos personas indefensas?


Pareciera difícil hallar una explicación.


Aunque con ese contexto comenzaron los ataques en el ingreso al supermercado Contreras, ubicado en Ovidio Lagos al 4000, apenas a diez minutos del microcentro de Rosario.



Sobre las 13.30 Hs un grupo de 60 a 80 personas, en su mayoría jóvenes armados con piedras, palos y hasta armas de fuego, se organizó en las esquinas para ingresar al comercio con claras intenciones de robo.



Dentro del local, cerrado y con las persianas bajas, Blas Contreras, un ciudadano boliviano de 26 años, resistió el ataque en soledad. Se parapetó, arrojó botellas de vidrio, palos y piedras.


Así respondió la agresión hasta que decidió saltar a la vereda y trenzarse cuerpo a cuerpo.


Fueron diez minutos de extrema violencia durante los cuales el hombre expuso su vida a límites insospechados.


En medio de los incidentes llegaron al menos cinco móviles del Comando Radioeléctrico y uno del Cuerpo Guardia de Infantería. Hubo corridas, disparos al aire y varios detenidos.



Con la presencia policial pareció retornar la calma. Pero la tensión persistía como telón de fondo, se percibía la sigilosa presencia de gente que se reorganizaba agazapada y aguardaba el momento justo para dar otro golpe.



Mientras tanto, personal del Sistema Integrado del Emergencias (Sies) intentó ingresar al negocio para revisar a Chen Xiaxiu, de 30 años, nacida en China. Era un misterio el estado de salud de la mujer de Contreras, que atraviesa un embarazo de 4 meses y también había sido agredida.


En ese contexto, el comerciante clamaba protección. Caminaba de un lado a otro, cruzaba Ovidio Lagos y le suplicaba a los policías que dejaran al menos un móvil.



Los restos de vidrios de botellas de cerveza rotas, palos, caños y piedras inundaron la vereda.


Es que paradójicamente el comerciante conocía el rostro de la mayoría de quienes integraban la horda, porque son sus clientes, a quienes en más de una oportunidad les dio mercadería fiada.


"Yo sólo me estoy defendiendo, no hice nada", dijo el hombre como excusándose del modo con el que decidió enfrentar el ataque.




"No sé con qué maldad hacen esto, que actúe la Justicia, mi mujer está adentro embarazada", rogaba mientras soportaba las señas amenazantes de dos muchachos recostados sobre un volquete.


Al cabo de unos 15 minutos, los policías que habían llegado se marcharon convocados por alguno de los tantos incidentes registrados en toda la ciudad.


"Por favor, que se quede uno, yo le pago", casi rogó Contreras a un oficial a cargo. Pero el uniformado fue tajante: "no puedo dejar un móvil en cada lugar donde hay conflicto, no damos abasto", describió con sinceridad, exponiendo la ausencia de recursos.



Otra vez.  Contreras quedó nuevamente expuesto. Se quedó solo custodiando el austero emprendimiento que le sirve como sustento. Todo hacía presagiar un nueva embestida, que se concretó.



Con absoluta impunidad, los vándalos volvieron a plantarse frente a Contreras. Lo agredieron con objetos contundentes y golpes de puños. Pero él resistió, hasta que debió escapar para salvar su vida cuando tres hombres lo persiguieron hasta Doctor Riva y Ovidio Lagos.



Tras vulnerar la resistencia, los delincuentes abrieron un espacio por donde intentaron entrar al supermercado. Pero surgió Chen, que a pesar de estar embarazada fue golpeada y abofeteada.



Con ese cuadro, otra vez regresaron los patrulleros, los disparos, las piedras, las corridas y la confusión.


Redujeron a algunos agresores y la zona se despejó. Contreras resultó con una herida cortante en el cuello y Chen, en shock, no paraba de llorar. No querían abandonar el lugar y suplicaban ayuda.


Sobre las 16 Hs, y mientras eran atendidos en una ambulancia de Sies, la pareja se negaba a ser trasladada a un hospital porque presumían que al caer la noche el negocio podría ser blanco de otro ataque.


(Fuente : lacapital.com.ar)

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