USTED TAL VEZ CONOCIÓ MONTEVIDEO HACE MÁS DE 20 AÑOS ...
... Y LO QUE NOS CUENTA EL DIARIO "EL PAÍS" LE PARECE IMPOSIBLE
URUGUAY REPITE INCREÍBLEMENTE LOS TICS DE ARGENTINA
LOS ALUMNOS PASAN DE GRADO, AUNQUE NO VAYAN A CLASE, QUEMEN LA ESCUELA, O VENDAN DROGAS ... COMO EN MUCHAS ESCUELAS DE ARGENTINA
Y LAS MADRES ENVÍAN A LA ESCUELA A LOS HIJOS ...
... PARA COBRAR LOS PLANES SOCIALES, NO PARA QUE APRENDAN
Montevideo :
Situación caótica en el liceo 29
Tras el fuego. Responsables del incendio fueron identificados, tendrán de 15 a 20 días de suspensión pero si alcanzan nota mínima pasarán de año
Denuncian violencia, sexo y drogas en el instituto
En el Liceo 29 de La Comercial identificaron a los seis alumnos que incendiaron un depósito y los suspenderán por 15 días. Sin embargo, no perderán el año por faltas ya que si aprueban las materias con el mínimo podrán pasar de año sin problemas.
De esa manera funciona el plan 2006 de Secundaria que se basa en el criterio de la "inclusión social" para promover de grado a los alumnos. El criterio aplicado por el plan impide que los alumnos que provocaron el incendio puedan ser expulsados.
En los hechos, los estudiantes pueden tener decenas de faltas pero si tienen calificaciones con el mínimo aceptable pasan de año. Los estudiantes que el miércoles incendiaron un depósito en el liceo 29 están comprendidos en ese plan.
La Directora del centro educativo, Lucía Faracchio, dijo a El País que "el sistema es muy permisivo, si tienen las notas bien no pierden el año por faltas".
Hasta el momento los docentes trabajan en un edificio que ya debería estar demolido. Allí se alojan más de 600 estudiantes, algunos de ellos provenientes de hogares con "padres presos o ausentes", "violentos" o "promiscuos".
El equipo multidisciplinario del liceo, compuesto por psicólogos y asistentes sociales, ha detectado casos de violencia doméstica, violaciones y niños con problemas de nutrición. Además, saben que a la vuelta hay varias bocas de venta de pasta base.
"Tenemos alumnos que no deberían estar acá. No es para enviar el mal a otro lado, es por el tema de la inclusión, tenemos que aceptar a todos", aseveró la directora.
A la hora de definir a los alumnos que generan los problemas, Faracchio señaló que "son unos pocos" los que "no tienen valores, no respetan a la autoridad ni a los compañeros".
Se trata de adolescentes de entre 12 y 15 años, la mayoría provenientes del barrio La Comercial y zonas aledañas.
El 29 fue uno de los liceos que comenzaron dos semanas tarde las clases porque había "riesgo de muerte para los alumnos y docentes". Había problemas con la electricidad y vibraba el piso en una de las alas del edificio. "Entramos en el presupuesto para que hagan la demolición", dijo Faracchio.
El incendio se llevó gran parte del orgullo del liceo. En el depósito estaban los implementos de gimnasia. El año pasado un equipo de alumnas del 29 representó a Uruguay en el campeonato intercontinental de estudiantes en la categoría fútbol sala femenino que tuvo lugar en Colombia.
Ayer no hubo clases, los alumnos recién volverán en esta jornada durante el turno de la tarde. A esa hora, UTE repondrá la energía eléctrica que fue desconectada por decisión de los Bomberos durante el incendio que tuvo lugar el miércoles al mediodía.
VIOLENCIA
El hartazgo por los casos de violencia de parte de los alumnos contra los docentes y funcionarios del centro educativo es evidente.
Ahora los docentes van por adoptar medidas "ejemplarizantes". Ya resolvieron que los alumnos de la mañana no tendrán su "fiesta de la nostalgia", un evento de integración que estaba previsto para esta jornada. Estaba programado que se instalara una decoración especial en los salones y que dos alumnos pasaran música para sus compañeros.
En lugar de celebrar la nostalgia los docentes se vieron obligados a realizar una investigación sobre el incendio.
Como si fuera un interrogatorio policial ayer los seis alumnos implicados en el incendio de un depósito del liceo 29 desfilaron junto a sus padres frente al Consejo Asesor Pedagógico (CAP) del centro educativo.
El consejo está conformado por los profesores más experimentados del instituto.
Los docentes que lo integran buscaban ayer al autor intelectual del siniestro y al que lanzó un papel encendido dentro del depósito.
Según los docentes se trata de una "barrita" como hay tantas. Son seis y en el liceo los conocen y les temen. Por eso recibirán sanciones "ejemplarizantes". "Los cómplices recibirán una suspensión de 15 o 20 días, no sabemos qué va a pasar con el autor intelectual y el que prendió fuego", aseveró.
Hasta ayer no habían decidido notificar a la Policía sobre el episodio. "Nuestra función no es policial, estamos aquí para educar", afirmó a El País la directora del liceo 29, Lucía Faracchio.
Sin embargo, un profesor opinó que "se debe informar sobre lo sucedido a la Policía, no estamos para andar haciendo interrogatorios".
Los códigos de los estudiantes no incluyen a la Policía para solucionar los problemas. "Son unos mandapresos, los voy a matar a todos", amenazó uno de los alumnos que salió con su madre tras prestar su declaración al CAP.
Los problemas de disciplina no se limitan al incendio. Los docentes narraron a El País que el año pasado un grupo de alumnos lanzó un banco desde el primer piso en momentos en que pasaba una adscripta. Por poco no le cayó encima. "Acá te escupen y te tiran cualquier cosa", dijo la secretaria del liceo.
Los padres apoyan a ese grupo de alumnos y se enfrentan a los docentes. No aceptan que los jóvenes sean sancionados. "Al principio del año aparecen todos los alumnos y los padres los acompañan para pedir los certificados que les permiten cobrar la asignación o los planes sociales, después vienen salteado", explicó a El País una docente.
Faracchio subrayó el apoyo que viene recibiendo por parte de las autoridades del Consejo de Educación Secundaria (CES). En particular destacó la "permanente preocupación" del presidente del organismo, Juan Pedro Tinetto. Los docentes acotaron por lo bajo que cuando se produjo el incendio no había inspectores disponibles y que el propio Tinetto tuvo que asumir el caso.
RUINAS
Una rápida recorrida por el edificio liceal alcanza para ver un lugar sucio, antiguo, con rejas y candados por todos lados.
El centro educativo es un edificio de principios del siglo XX, semiderruido, lleno de recovecos por todas partes. Las escaleras y los pasillos son angostos, lo que pone una cuota de riesgo extra en caso de incendio.
En la zona que está clausurada y corre riesgo de derrumbe las autoridades del liceo tuvieron que instalar reja y candado para evitar que los alumnos lo usaran para drogarse o mantener relaciones sexuales, según contaron a El País dos funcionarias del centro educativo.
"De lejos se ve el humo, desayunan porros"
La directora Faracchio niega que haya consumo de drogas dentro del liceo. Aclaró que sabe de la existencia de bocas de venta de pasta base en los alrededores del centro educativo.
Sin embargo, Faracchio narró que el año pasado una alumna hizo un coma etílico dentro del liceo. "Estaba sin desayunar, se tomó una botella de vino y entró al liceo", señaló.
En cambio, una auxiliar de limpieza opina otra cosa. En la tarde de ayer la funcionaria narró a El País que tienen que andar corriendo detrás de los alumnos que se esconden para fumar marihuana. "Se ve de lejos el humo, desayunan porros, es impresionante", dijo.
A esto se agregan tres casos de intento de autoeliminación por parte de alumnas que se encontraban dentro del liceo. Al parecer las estudiantes consumieron psicofármacos.
"Vienen para acá porque saben que las contenemos y las salvamos. De inmediato llamamos a la emergencia médica", mencionó la directora.
También incide una relación de conflicto con los padres de los alumnos. La semana pasada un estudiante arrancó cables y una caja de fusibles, después tiró agua encima de los implementos. Cuando las autoridades del liceo llamaron a la madre se llevaron una sorpresa. La mujer les respondió que la actitud de su hijo fue consecuencia de la falta de atención de los profesores.
Los docentes aclararon que algunos padres tienen otra forma de relacionarse. "En algunos casos nos han traído a los chiquilines que cometieron algún error para que pidan disculpas", aseveró la Directora.
POBRES
Varios de los docentes del 29 aclararon que los alumnos más pobres no son los que generan los disturbios.
"Los que hacen más desastres son chiquilines que evidentemente están bien comidos y muy bien vestidos. Las jefas de hogar, muchas de ellas empleadas domésticas son las que más se preocupan por sus hijos", mencionó Faracchio.
LAS CIFRAS
630
son los alumnos que concurren en dos turnos al liceo 29 Alicia Goyena. La mayor parte de los alumnos tiene menos de 15 años.7.000 pesos uruguayos
por mes es lo que paga Secundaria por el servicio de cetrería que se usa para ahuyentar las palomas del liceo. No funciona.Contrataron un servicio para cazar a las palomas
En el liceo 29, además de los graves problemas de violencia e infraestructura que se producen, hay inconvenientes con palomas.Para evitarlos el Consejo de Secundaria (CES) contrató un servicio de cetrería que concurre a diario al centro educativo. Según mencionó una docente, el CES invierte unos 7.000 pesos por mes para intentar controlar la plaga.
Las palomas siguen allí, según pudo constatar El País. Tiempo atrás, la empresa probó con otra especie de ave rapaz pero el animal murió tras comerse una de las palomas del liceo, narraron a El País las docentes. Las palomas ingresan a las distintas habitaciones del edificio y provocan daños.
Además, el contacto con su materia fecal produce enfermedades respiratorias a los alumnos. Las aulas son húmedas, reducidas y tienen poca ventilación lo que incrementa el riesgo sanitario, según pudo verificar ayer El País.
El País Digital
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