Miércoles 04 de abril de 2012
REPSOL-YPF, ERA UNA EMPRESA ESPAÑOLA CONSIDERADA “KIRCHNERISTA” POR SU OBEDIENCIA AL GOBIERNO ARGENTINO.
REPSOL-YPF SE DEDICÓ POR AÑOS A PERJUDICAR A ESSO, SHELL Y A SUS ESTACIONES DE SERVICIO (GASOLINERÍAS) PARA CONTENTAR AL KIRCHNERISMO.
AHORA YPF ES “UN ENEMIGO A DERROTAR” PARA LA EXTRAÑA “FAMILIA” QUE DIRIGE LA ARGENTINA
Veamos el interesante análisis del diario mexicano “El Universal” :
ARGENTINA : AMAGA ESCALAR A CRISIS DIPLOMÁTICA LA PUGNA CON REPSOL
DE LA BUENA RELACIÓN ENTRE LOS KIRCHNER Y REPSOL-YPF, QUEDAN SÓLO DESAVENENCIAS POLÍTICAS QUE IMPLICAN TAMBIÉN AL GOBIERNO ESPAÑOL
Por José Vales Corresponsal de El Universal
Entre ellos hubo amor y buenos negocios. De aquello sólo quedó un divorcio controvertido y desavenencias políticas, que amenazan con revestirse de crisis diplomática. La historia de los Kirchner con Repsol-YPF es digna de estos tiempos políticos. De la idiosincrasia de un gobierno que se gestó desde sus albores políticos, allá en la Patagonia, con el rótulo de petrolero, y hoy busca culpar de su política energética a los españoles y a aquellos empresarios compatriotas a los que ayudó a ingresar como accionistas a la empresa.
La ofensiva que el gobierno argentino viene desarrollando sobre la empresa de capitales mayoritariamente españoles ha pasado por varias etapas. Multas por mala liquidación impositiva, suspensión de áreas para explotar y hasta la intención (por ahora frenada) de nacionalizar la empresa petrolera — algo que el gobierno analiza con base en “dos o tres alternativas posibles”, según fuentes gubernamentales.
Por lo pronto, la estrategia de que las provincias le vayan quitando áreas de exploración y explotación viene desangrando a la filial local de Repsol, que vio perder desde el 8 de febrero y hasta ayer 37% del precio de sus acciones.
El primer intento de anunciar la nacionalización, el pasado 1 de marzo, fue evitado mediante un llamado telefónico del Rey Juan Carlos I a la presidenta Cristina Fernández, donde le recordó algunos favores que el reino le había hecho en el pasado reciente al kirchnerismo.
UNA LLAMADA DE ÚLTIMO MOMENTO
Días antes, el propio Ministro de Minas de España, José Manuel Soria, llegó a esta ciudad y se reunió con varios funcionarios del gobierno, después de que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, se quedara esperando la reunión pautada con la jefa de Estado. Cuando lo recibió el ministro de Planificación. Julio De Vido, Soria le advirtió que cualquier problema con Repsol, como con cualquier empresa de capitales españoles, sería un problema para el gobierno de Mariano Rajoy.
Y un problema para la administración Rajoy derivaría en un grave problema para Cristina Fernández de Kichner, abocada como está a tratar de alcanzar un acuerdo con los acreedores argentinos agrupados en el Club de París.
Todo esto mientras el gobierno de Estados Unidos acaba de suspender un programa de preferencias arancelarias a las importaciones argentinas, aduciendo que en materia comercial “Argentina no actúa de buena fe”. Esto en virtud de que el país no cumplió con el pago en el CIADI (Tribunal Comercial Internacional), lo que redundó de fallos favorables de dos empresas estadounidenses que habían acudido a esa instancia.
Sin poder avanzar en la nacionalización de la empresa, como presionan algunos sectores del gobierno, la estrategia cambió levemente. Las provincias petroleras como Santa Cruz, Chubut, Salta y Mendoza, se unieron para suspenderle permisos de exploración de la empresa. Esas medidas provocaron una caída de las acciones de Repsol en la bolsa de valores, lo que redundó en una caída en su valor total de más de 1.6 mil millones de dólares.
“La actitud del gobierno para con YPF es el resultado de esta suerte de capitalismo de amigos que viene llevando adelante el gobierno Kirchner. Ahora con la política energética en un cuello de botella hay que buscar culpables”, opina Daniel Montamat, secretario de Energía durante la gestión de Fernando De La Rúa.
HISTORIA DE UN AMOR
Néstor y Cristina Kirchner habían apoyado la privatización de la petrolera estatal en los 90. Él como gobernador de Santa Cruz y ella como senadora de esa provincia. Las ventajas que tenía Repsol (por entonces con el 96% de las acciones) en la YPF en la década de los 90, en esa provincia patagónica, fueron siempre el comentario de acólitos y opositores.
En el 2006, desde la presidencia Kirchner se negoció con Brufau, directamente, para permitir el ingreso de capitales argentinos en la empresa. Fue así como el Grupo Petersen, de la familia Eskenazi, allegada al kirchnerismo (se había quedado con el banco provincial) adquiere un 24.4% de las acciones pagaderas con las utilidades anuales de YPF.
Pero Néstor Kirchner falleció y a fines del año pasado algo se rompió entre la presidenta y la familia Eskenazi y, por ende, con los socios españoles. La jefa de Estado comenzó a culpar a la empresa de la falta de producción y de la escasez de combustible. Aunque para algunos analistas el transfondo de esta pelea es la intención de que a la empresa ingrese otro empresario: K. Cristobal López, el amo y señor de los casinos quien amasó su fortuna a la sombra de los Kirchner.
GOLPE POR GOLPE
“De hecho se quedó con todas las estaciones de servicio (gasolineras, a través de su empresa OIL) que eran de Petrobras y hace rato que busca entrar en el negocio de YPF”, explica un ex alto funcionario del gobierno hoy volcado directamente a la oposición.
Una hipótesis que fue perdiendo fuerza en los últimos días es aquella donde parece primar la idea de que el gobierno pase a controlar el 51% de las acciones, lo que en los últimos días se viene discutiendo con Repsol, en la actualidad dueña del 55% de las acciones de YPF.
Con la suspensión de áreas y el perjuicio en su capitalización, a Repsol YPF sólo le queda resistir. El pasado jueves 27 la ciudad amaneció empapelada con “¿Y la producción? ¿Y la inversiones?”, firmado por La Cámpora, la agrupación juvenil que más y mejores cargos ocupa en el gobierno, inflada por la presidenta y su hijo, Máximo.
Resistir y apurar el paso de su operación es lo que hace ahora Repsol. La empresa anunció que en Mendoza mismo, allí donde en días pasados se habían suspendido áreas, halló cuatro bloques de crudo, que aportan 750 barriles diarios, para lo que se comprometió a “invertir 300 millones de dólares”, según explicó el vocero de la empresa, Sergio Resumil. Desde Repsol, Resumil fue terminante. “No tenemos interés de dejar la compañía. No es viviendo en la critica permanente ni con cancelaciones como se construye. Vamos a responder con más inversiones y producción”, acotó.
El lunes, Chubut volvió a quitarle la licencia para trabajar en otro sector, mientras que la presidenta por estas horas está deshojando la margarita para saber cómo sigue su relación con Repsol YPF, si por la vía de la nacionalización, para hacer vibrar a “la militancia”, o en un acuerdo con Repsol para que las acciones de los Eskenazi pasen al Estado.
(Extraído de eluniversal.com.mx)
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