19/04/2012
Pacto franco-alemán
La crisis dinamita Schengen
Por Raquel Villaécija (Paris)
Francia y Alemania quieren restablecer el control interno en las fronteras 17 años después. Además, Suiza limitará la entrada a ciudadanos de ocho países europeos.
Paso fronterizo en Hungria
La crisis en Europa, el elevado paro y los flujos de exiliados económicos que buscan fuera de casa las oportunidades que ya no encuentran en su país amenazan con dinamitar la filosofía de la libre circulación de personas. Unos alegan motivos económicos y otros de seguridad, el proteccionismo se traslada ahora a las fronteras y cada vez son más los países europeos que quieren poner cotas a la libertad de movimientos.
Francia y Alemania propusieron ayer a sus socios europeos el próximo 26 de abril en Luxemburgo el restablecimiento de las fronteras de forma provisional en el caso de que un país no pueda controlar el flujo migratorio y "exista una amenaza para la seguridad y el orden público". Los dos grandes euros aluden directamente a dos fronteras, la Este, y la Sur, donde se señala directamente a España.
Este acuerdo ha sido uno de los grandes hitos de la construcción europea. Firmado en 1985 -y en vigor desde 1995-, tiene como objetivo finalizar con los controles de fronteras internos y armonizar los externos. En esta área se ha incluido a los Estados miembros de la Unión Europea excepto Bulgaria, Chipre y Rumanía y algunos terceros (como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza).
La campaña electoral francesa ha sido un mal aliado para el pacto llamado Schengen. "Si hemos querido una Europa unida es para que nos proteja. Si hemos querido un espacio Schengen es para que las fronteras sean defendidas, no para que Europa sea un pasillo", dijo el presidente galo, Nicolas Sarkozy, en un reciente acto público.
En una carta conjunta firmada por los ministros de Interior de ambos países y enviada a la Presidencia danesa de la UE, el eje propone esta medida como solución en caso de que un país "no pueda respetar sus obligaciones sobre el Tratado de Schengen y controlar las entradas".
"Necesitamos un mecanismo de compensación en el caso de que un estado miembro se vea incapaz de asegurar sus obligaciones de proteger las fronteras exteriores de la UE", dice el texto, que señala que correspondería a cada país aplicar la medida y no a la Comisión Europea. De este modo, se da un paso atrás en fortalecer al gobierno europeo.
Renegociar el tratado
En las últimas semanas Nicolas Sarkozy ya había mostrado su intención de modificar el Tratado de Schengen si resulta reelegido en las urnas. "La aplicación del acuerdo data de 1995. Han pasado 17 años y el sistema ya no funciona", dijo el presidente y candidato. Ayer el ministro de Exteriores, Alain Juppé, justificó la medida y aseguró que el acuerdo "no se ha aplicado de manera satisfactoria".
No es el único país en querer poner cotas. El Gobierno suizo limitará la entrada en su suelo a los residentes de Letonia, Estonia, Lituania, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y República Checa. "Dada la complejidad de las cuestiones relativas a la inmigración, creemos necesario iniciar un debate sobre las medidas relativas al mercado de trabajo y la integración", señala el Ejecutivo helvético.
Las restricciones comenzarán el próximo 1 de mayo durante todo un año y afectarán a cerca de 4.000 personas, un 6% del total de los residentes de la UE instalados en Suiza en 2011. No implicará a los 53.000 ciudadanos que obtuvieron en 2011 su permiso por cinco años.
(Fuente : Expansión.com)
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