DIARIO CONTEXTO - 03/04/2012
Impuestazo para seguir alimentando el saqueo del clan Alperovich-Rojkés
INCREIBLE CORRUPCION DEL GOBIERNO DE TUCUMAN DEJO A LA PROVINCIA AL BORDE DE LA QUIEBRA
El gobernador dice que no hay plata, mientras sigue nombrando ñoquis, haciendo contrataciones directas millonarias y subsidiando amigos.
Mientras su patrimonio crece día a día con nuevos negociados, el gobernador José Alperovich repite que desde la Nación "no hay ayuda, la recaudación está viniendo floja; ya hay provincias con problemas para pagar los sueldos y a nosotros nos va a tocar también".
Desde CONTEXTO, nos permitimos proponerle algunas medidas que le permitirían sortear lo que él define como grave situación, y que lo llevó a imponer un brutal aumento del 40% en la tasa del impuesto a los Ingresos Brutos:
- Pedirle a sus insaciables familiares que dejen de engordar las cajas particulares durante algunos meses. Que dejen de tomar plata "prestada" para seguir cubriendo la ciudad con edificios y comprando campos, vehículos costosísimos, propiedades en el exterior, etc.
- Suspender, en vista de la emergencia, el incremento del 100% otorgado a los legisladores, así como lo millonarios gastos reservados de los miembros del Poder Ejecutivo.
- Frenar los nombramientos de amigos e hijos del poder en múltiples oficinas de los tres poderes.
- Vender el jet que le costó 37 millones de pesos (cuando la provincia ya contaba con suficiente aeronaves), y que destina a pasear con su familia por el mundo a costillas de los tucumanos.
- Echar a todos “los ojos del gobernador”, con sueldos promedio de 20 mil pesos. Son al menos 500 los políticos derrotados electoralmente, que fueron nombrados con las categorías más altas como ñoquis.
- Disminuir la planta de 7 mil empleados de la Legislatura, teniendo en cuenta que, como cualquier otra escribanía, podría funcionar razonablemente con dos o tres empleados por cada notario. Es decir que estarían sobrando unos 6.850 ayudantes.
- Suspender los beneficios fiscales millonarios otorgados a amigos del poder para obras privadas como el hotel-casino Sheraton, el hotel-casino del ex Abasto, y el hotel-casino que se viene en el ex Savoy.
- Dejar de subsidiar a sus empresas de call center, que reciben sueldos, alquileres (de propiedades del más poderoso) y otras prebendas, que suman millones de pesos.
- Dejar de promover negocios privados (como la exportación de arándanos) con el dinero del Estado.
- Disminuir la planta de 300 efectivos policiales destinados a cuidar al clan Alperovich-Rojkés, incluyendo parientes, amigos, testaferros, empresas pantalla, etc.
- Reducir los 55 millones de pesos que se gastan en publicidad, destinada a medios del propio gobernador y a alquilar “periodistas”.
- Dejar de pagar todos los gastos de las residencias Alperovich-Rojkés, incluyendo comida, servicios, personal, etc., que van a costa del erario público.
- Realizar licitaciones en todos los gastos del Estado, incluyendo los pagos a la prima y demás amigos de Miguel Brito en la DAU, así como las asignaciones directas por decenas de millones a empresas amigas como Tensolite, Ingeco y muchas otras constructoras.
- Echar a todos sus parientes y miembros de su grupo de socios y amigos que viven del Estado, y terminar con las prebendas de contratos amañados, comisiones, viáticos, pasajes y demás curros.
- Renegociar el contrato con el Banco del Tucumán, que cobra cifras leoninas por la gestión financiera, tanto al Estado tucumano como a su cartera de clientes cautivos (empleados estatales y jubilados).
Estos son una ínfima parte de los recortes que podrían hacerse a los que viven de los otros, sin dañar a los tucumanos que transpiran para generarse ingresos, pagarle a la policía fiscal de Alperovich y llegar rasguñando a fin de mes.
(Fuente contexto.com.ar)
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