CUANDO VAN LOS INSPECTORES DEL BANCO CENTRAL DESAPARECEN TODOS ...
"Arbolitos" en la City: hasta la barra brava de Boca se metió en el negocio del dólar "blue"
Ante la suba del paralelo, se ve cada vez más caras nuevas en el microcentro porteño vendiendo dólares
Ante la demanda de personal, las cuevas convocan a ex coleros como nuevos arbolitos
MARIANO GORODISCH - Buenos Aires
“Anteayer fue un día de luto para nosotros: se murió El Puma, uno de los diez mayoristas que maneja el negocio del dólar paralelo. El tipo era millonario, pero lo veías caminando por la calle y parecía un muerto de hambre por la forma en que se vestía”, cuenta un arbolito.
El Rasta es otro de los mayoristas que maneja el precio, mientras en sus ratos libres se distiende fumando porro en la terraza de una galería comercial del microcentro porteño, donde tiene su casa de cambio.
También hay un barra brava de Boca que, tentado por las ganancias que se puede obtener con el billete, acaba de debutar en estos días como mayorista, reclutando a barras de su equipo.
Quienes tienen un sueldo fijo pueden ganar 3.000 pesos mensuales por estar parado de Lunes a Sábados desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde.
Muchos de los nuevos arbolitos antes se dedicaban a ser coleros.
Los mayoristas suelen ser gente del ambiente, que tienen financieras donde hacen cambio de cheques, o hasta hay martilleros públicos.
Los arbolitos que van a comisión y que tienen su clientela fija son los que pueden llegar a ganar hasta $ ar 25.000 por mes.
Otros prefieren un sueldo fijo, por las dudas de que haya días en que no haya operaciones.
Incluso, cada vez son más los desempleados que van a las puertas de las cuevas que funcionan en las galerías de Florida y de Lavalle para pedir trabajo.
Como van a comisión, por lo general los toman a prueba. Para el inversor no representa ningún riesgo, ya que lo único que tiene que pasarle es la cotización del día, luego el arbolito lleva a la persona al local y ahí se hace la operación.
“Esta es la única industria que está tomando gente en estos momentos. Nosotros, por ejemplo, teníamos una oficina y ya estamos abriendo dos más”, cuenta uno.
Son las doce del mediodía y otra chica que estaba voceando cambio a diez metros le avisa que se va a ir a almorzar. “Nos vamos turnando: no podemos dejar la calle vacía”, explica.
“¿A cuánto está el billete?”, le pregunta un oficinista. “Por el momento, no estamos vendiendo dólares, sólo nos limitamos a comprar, porque está subiendo minuto a minuto, y si te tengo que pasar una cotización tengo que pedirte $ ar 7”, se sincera.
En esa cuadra de Florida casi todos los arbolitos pertenecen a la misma financiera. Es que cada cueva tiene prácticamente copada una cuadra de esa peatonal o de Lavalle con su gente.
De esta manera, el cliente tiene la sensación de poder comparar precios, pero en realidad todos trabajan para el mismo prestamista.
“Quisieron venir varios de la barra brava de Boca a vender acá, pero nos hicimos los malos y les impedimos su presencia: esta cuadra es nuestra, ya tenemos todo arreglado con la Policía y con la Gendarmería. Les propusimos que se vayan para el lado de Córdoba, que Florida es larga, así podemos trabajar todos”.
Los sitios estratégicos de la peatonal ya están ocupados.
Incluso, ahora se instalaron hasta donde para el bus turístico, en la esquina de Florida y Diagonal Norte, ya que ahí es un sitio ideal para captar a los extranjeros cuando están en la fila para subirse al ómnibus.
Les ofrecen 6,20 pesos por cada billete.
“Ahora, en vez de la AFIP, vienen inspectores del Banco Central junto con gendarmes vestidos de civil. Pero siempre mandan a los mismos, así que ya los conocemos a todos. Cuando los vemos, llega el recreo: nos autorizan para poder ir a pasear un rato por la peatonal a todo el personal”, revela un cambista.
(Fuente : cronista.com)
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