Parte III
EL GOBIERNO DE HITLER
(Crónica del Tercer Reich)
Autor: Erwin Peterseil
Traducción: Javier Hausler
El 20 de febrero, Hitler explicó a los máximos líderes de la economía alemana sus planes. Conformes con estos proyectos, los empresarios pusieron a disposición de los nazis y sus aliados 3 millones de marcos para la batalla electoral.
En horas de la noche del 27 de febrero comenzó a quemarse el edificio del Congreso alemán. La razón de este hecho hasta hoy no ha sido aclarada.
Se atribuyó la autoría del incendio al holandés comunista Marinus Van der Lubbe, quien fue encarcelado.
Los nazis, inmediatamente atribuyeron el ataque a una señal de sedición del Partido Comunista.
De los “materiales comunistas” confiscados surgía que “los cuadros de terroristas comunistas querían poner fuego al edificio del Congreso, intoxicar (introduciéndose en las cocinas de las oficinas públicas) a las mujeres y hombres que trabajaban en los ministerios y tomar como rehenes a altas personalidades del gobierno alemán”.
Si bien estos presuntos “materiales comunistas” no fueron exhibidos públicamente, en la práctica, sirvieron como motivo para el cierre de todos los locales del Partido Comunista y el encarcelamiento de sus principales dirigentes.
El gobierno publicó una norma (propuesta por el Ministerio del Interior) llamada “Reglamento para la Seguridad del Pueblo y el Estado” la cual eliminaba una serie de derechos fundamentales de los ciudadanos.
Una cantidad de políticos y personalidades escaparon al extranjero. Numerosos “enemigos del nazismo” fueron encarcelados (entre ellos Carl Von Ossietzky y Erich Muhsman).
Bajo el “estado de excepción” se efectuaron las elecciones del 5 de marzo del año 1933.
El partido nazi logró más de 17 millones de votos.
Podría gobernar en una coalición con pequeños grupos nacionalistas (nota del traductor: los nazis obtuvieron el 43 % de los votos en esta elección).
Los nazis más esos minúsculos partidos (el “Frente Negro-Blanco-Rojo”) lograban el 52 % de los votos.
Con una jugada de ajedrez (ilegal) se aseguró el Partido Nazi el control de la mayoría en el Congreso sin necesidad de aliados.
El gobierno eliminó los 81 diputados del Partido Comunista del cálculo para constituir la mayoría absoluta.
Así, en vez de necesitarse 324 congresistas para nombrar al gobierno, la mayoría se logró con sólo 284 y ¡ los nazis tenían 288 ! (el verdadero total de los congresales era 647. restando los 81 del PC quedaban 566. La mitad de 566 es 283. la mitad más uno, 284).
Entonces, la afirmación de que los nazis llegaron al poder en forma totalmente legal, es falsa.
Hitler ya no necesitaba de coaliciones para gobernar.
LA DEMOCRACIA SIRVE CUANDO GANA NUESTRO PARTIDO.
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