Por Javier Hausler.
Tras muchos años de ser un “cuco” para casi toda la población argentina, la inflación actualmente es venerada por ciertos sectores (importadores, vendedores, fabricantes de autos y sindicalistas, por ejemplo).
Las cosas valen si la población considera que son valiosas.
Los miembros de la clase media argentina, que no pueden comprar una propiedad (ni siquiera pueden juntar dinero para pagar el anticipo de un departamento), decidieron desde hace años “invertir en vehículos”, creyendo que comprar un modelo más nuevo es un refugio contra la inflación.
Demás está decirles que ni remotamente los autos aumentan de precio como lo hacen los alimentos envasados o la carne, ó que los frágiles vehículos modernos difícilmente sobrevivan los 10 años de vida útil.
Tampoco vale informarles que una suba futura de las tasas de interés derrumbaría los precios de las propiedades, las cuales podrían terminar valiendo lo que ellos gastan en un auto usado.
Los recién casados (casi todos recién “juntados”) con un buen nivel de ingresos elige vivir en un departamento alquilado, y los de medios-bajos ingresos eligen la cómoda promiscuidad de la “piecita” en “lo de mi suegra”.
Pero eso sí, el auto nuevo o usado casi nunca falta.
Tal vez, debido al hecho de que con los sueldos cada vez se compra menos, por ser muy alta la inflación, los autos vienen siendo de a poco reemplazados como “refugio” de quienes tienen buenos trabajos por los LCD, televisores comunes y otros electrodomésticos.
Si el maravilloso “Modelo Económico” no varía, la “inversión” de moda de la clase media podría pasar a ser dentro de poco tiempo ... las radios portátiles chinas.
O terminarán imitando a los “trabajadores en negro” y desocupados ... que invierten (cuando pueden) en azúcar y manteca.
LA MANTECA Y EL AZUCAR NO SIEMPRE SE CONSIGUE, ASI QUE TAL VEZ DEBERAN INVERTIR EN ALGUNA OTRA COSA.
ResponderEliminarCOMPRAN EL LCD EN CUOTAS Y DESPUES COMEN EN EL COMEDOR POPULAR
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