05/02/2014
¿ Querían que hable ? Habló. Ahora, que vuelva a su escondite
Argentina
Paren la pelota… dejen de mentir
CFK volvió a hablar por cadena nacional, para alimentar las teorías conspirativas
Pronunció innumerables inexactitudes y mentiras
La Presidenta contó con la colaboración de Scioli y Randazzo
"Hay que desensillar hasta que aclare”, responden varios actores económicos –utilizando una frase de Juan Domingo Perón- a la hora de justificar el marcado freno en la actividad, que se registra en prácticamente todas las áreas.
La extrema cautela y la necesidad de preservar el capital para no seguir perdiendo, en un contexto de caos generalizado, es la respuesta lógica a los continuos desaguisados en materia económica del Gobierno Kirchnerista.
Por ello resulta absolutamente disparatado, y hasta descabellado, pensar –como lo hace la Presidenta y todos sus aplaudidores- de que puede haber una supuesta movida desestabilizadora detrás de cada aumento de precios o de cada protesta social.
Las teorías conspirativas, en las últimas semanas, están a la orden del día.
Y lo que ocurrió ayer fue una clara muestra de ello: la propia Cristina Fernández de Kirchner, visiblemente desencajada y crispada, volvió a hablar en cadena nacional para alimentar a niveles estrafalarios sus manías persecutorias.
La primera mandataria pronunció una serie de disparates que no resisten el menor análisis.
El primero de ellos fue el anunció del aumento para jubilados, que fue paupérrimo y no hace más que condenar a gran parte de la clase pasiva a vivir en la pobreza, a lo que luego le sumó una suerte de “autoelogio” de la gestión K en la PAMI, una institución que sido saqueada en la mal llamada década ganada.
Acto seguido, avanzó con una batería de ataques que tuvieron los siguientes destinatarios :
Empresarios :
“Del otro lado parece ser que sólo aumentan los precios, pero sería bueno que también aumenten las inversiones porque los empresarios tienen asegurada la ganancia. Pero es necesario que en lugar de fugar las divisas al exterior, la reinviertan en el país", dijo la primera mandataria.
Y como si fuera una broma de mal gusto, en varias partes de su discurso, utilizó la palabra “aumentamos”.
La realidad es que ningún actor económico le cree a este Gobierno, la incertidumbre es extrema y prueba de ello es que, ante la crisis que se vive, se han eliminado casi todos los planes de pagos en cuotas.
Asimismo, nadie, en su sano juicio, por más que lo pida la Presidenta, va a invertir su dinero, sabiendo de antemano que va a perder su patrimonio.
Sindicalistas :
"Me gustaría que estuvieran con la gente vigilando si los supermercados cumplen con los precios acordados. Los sindicatos no pueden estar ajenos a esto", agregó.
La realidad es que el movimiento obrero prepara una fuerte ofensiva, no sólo para exigir aumentos salariales, sino también para alertar sobre la crisis nacional y sus repercusiones. Ya se prevé un paro nacional.
Compradores de dólares :
“No es justo que alguien que compra dólares tenga subsidios de gas y luz".
Fue directamente una amenaza de tarifazo por parte de la Presidenta para intentar frenar la fuga de capitales y la caída de reservas del Banco Central, que ayer perforaron su mínimo histórico.
Piqueteros :
"Cuando vean a alguien cortar una calle. Diganlé: 'Si estás enojado por algo, acompañame al supermercado para que no le roben a la gente'".
"Tal vez, la verdadera intención no sea manifestar, sino irritar a la gente", afirmó CFK.
La realidad es mucho más compleja y está marcada por el hecho de la crisis económica está aumentando la conflictividad social, como ayer se vio en Córdoba.
Asimismo, es infantil pensar que, en una economía capitalista, la formación de precios puede ser controlada mediante aprietes de militantes rentados que, supuestamente, se pondrán a recorrer supermercados.
En ese contexto, llama poderosamente la atención que el Gobernador Daniel Scioli, que está al frente de la provincia más golpeada por la crisis, insista en mantener un lineamiento ciego con la Casa Rosada y, para colmo, abone las teorías conspirativas haciendo un llamado para que “se mantenga la estabilidad”.
“El país necesita de unidad de acción para defender la estabilidad, para defender los logros y las conquistas y para acompañar a nuestra Presidenta por todo el esfuerzo que está haciendo para llevar al país a un gran desarrollo", enfatizó Scioli, que ayer estuvo en primera línea en la Casa Rosada.
Lo que no parece darse cuenta el mandatario provincial es que la crisis que provocó el Kirchnerismo es muy profunda, y se sentirá con mucha fuerza en Buenos Aires que podría quedar totalmente paralizada en las próximas semanas.
En ese sentido, el estallido de un conflicto social en territorio Bonaerense, podría esmerilar significativamente el proyecto Sciolista de llegar a la Presidencia.
Aterra el infantilismo y el cinismo de CFK.
Pero también aterra la liviandad del Gobernador. Y de otros posibles alternativas, como puede ser Sergio Massa, que busca diferenciarse con propuestas vacías de contenido y mostrando una oposición extremadamente light, habiendo sido hace menos de 5 años uno de los funcionarios más obsecuentes del Kirchnerismo.
Randazzo, una eterna sonrisa al acecho
“No se ilusionen, no nos vamos a ir”, dijo ayer el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, con su habitual “eterna sonrisa”, alimentando así las teorías conspirativas.
Su aclaración llegó tras los dichos del Gobernador Maurice Closs, quien el viernes instó a realizar una convocatoria multisectorial para "no terminar como Alfonsín o la crisis de 2001".
Sin dar nombres, Randazzo atribuyó el deseo de un final anticipado a "sectores que no se bancan que la política sea independiente de las corporaciones mediáticas y económicas”. Y a continuación advirtió: "Tienen candidatos dentro del oficialismo y la oposición".
Lo del Ministro del Interior carece de toda seriedad.
No puede esperarse otra cosa del funcionario que tiene a su cargo un sistema de transporte ferroviario que se cae a pedazos y que, en cualquier momento, podría registrar un choque similar como el que ocurrió en Once hace dos años, que le costó la vida a 51 pasajeros.
Es el mismo funcionario, además, que se dedica a falsificar las estadísticas viales.
Tomando el estilo del INDEC, se la pasa difundiendo estadísticas de la supuesta disminución del número de víctimas en las rutas, cuando las ONG más serias en la materia vienen alertando que en la Argentina, por la falta de inversiones en infraestructura vial, mueren más de 7000 personas por año, ubicando a nuestro país en el tope del ranking.
(Fuente : diariohoy.net)
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