ARDE EL BARRIO SANTA CATALINA DE MONTEVIDEO
LA POLICÍA DE MUJICA ASESINÓ A UN JOVEN TRABAJADOR DESARMADO
LE DISPARARON AL MENOS 9 TIROS, 2 EN LA ESPALDA DEL MUCHACHO
LA POLICÍA URUGUAYA ES RÁPIDA PARA DISPARAR
POR LA ESPALDA A LAS PERSONAS HONESTAS
TAL VEZ IMITEN EL ESTILO DE LOS TERRORISTAS 'TUPAMAROS'
AL FIN Y AL CABO ESTOS POLICÍAS TAMBIÉN SON "IDEALISTAS"
06/11/2013
EL FUEGO ILUMINÓ LA NOCHE EN MONTEVIDEO
URUGUAY - MONTEVIDEO
Indignación y caos en Santa Catalina
La tristeza de los vecinos de Santa Catalina por la muerte de un joven del barrio derivó en una protesta callejera de la que participaron unas 400 personas.
Había gente de todas las edades, la mayoría eran adolescentes, estaban indignados, enojados con la Policía y con todos los que se cruzaran.
Los periodistas, fotógrafos y camarógrafos recibieron unas cuantas piedras que no llegaron a destino.
Eran cuatro los que apuntaron contra los periodistas.
Luego, otros vecinos, vinieron a pedir disculpas y a agradecer la presencia de la prensa que se mantuvo en la movilización en un ambiente que se había tornado pesado.
El corazón de la protesta era la calle Víctor Hugo.
Ahí se armaron varios piquetes.
Unos muchachos trajeron neumáticos, ramas, y algo de combustible que avivó el fuego que ardió durante horas.
La escena se repetía varias cuadras más abajo.
Un grupo, que se movía con actitud prepotente, sacó varias columnas de una escuela pública en construcción y las colocó sobre la calle para armar otro corte. Nadie les dijo nada y fueron por más columnas.
Unos pocos tomaron piedras y la emprendieron contra los vidrios de un contenedor acondicionado para ser garita de seguridad de la empresa Gas Sayago, que se encargará de la planta regasificadora.
Una hora después la garita ardía en llamas. Uno intentó llevarse unas chapas del techo pero luego desistió.
Los bomberos llegaron y no los dejaron pasar. Se retiraron sin poder desplegar las mangueras. El fuego parecía no amenazar las casas a pesar de que las llamas por momentos eran altas y el humo negro daba más sensación de caos.
Todos los testimonios recogidos por El Observador en el barrio Santa Catalina, coinciden en hablar mal de la Policía, de su actitud, de la violencia que aplica contra gente que sólo está en la esquina. Una chica denunció que integrantes de la Guardia Republicana “se las cargan” y les dicen para subir al camión.
Una madre que tiene una hija adolescente de 17 años y que la va a buscar a la parada cuando llega del liceo, dijo que no le tiene miedo a algún “chorro de la vuelta” sino a los policías.
Las paradas de los ómnibus tienen leyendas contra el “abuso policial” y no fueron pintadas ayer, lo que denota que el problema viene de tiempo atrás.
Anoche, al cierre de esta edición, las gomas seguían ardiendo y la Policía no se hizo presente. Los vecinos aseguraban que los uniformados estaban cerca, listos para “reprimir”.
(Fuente : elobservador.com.uy)
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