ARGENTINA - ELECCIONES 2013 - POLÍTICOS "BUENA ONDA" - NINGÚN POLÍTICO INFORMA A LA POBLACIÓN QUE NO HAY RESERVAS EN EL BANCO CENTRAL, NI QUE SE DEBERÁ HACER UN FUERTE AJUSTE SI NO SE QUIERE TERMINAR EN UNA HIPERINFLACIÓN Y/O EN UNA HIPER-RECESIÓN

11/09/2013


Argentina


Políticos Fuera de Foco



En algunos países las campañas electorales suelen girar en torno a los problemas, por lo común económicos y sociales pero a veces relacionados con la política exterior, más urgentes y lo que convendría hacer para resolverlos.


Mal que bien, aunque es evidente que las perspectivas son aún menos promisorias que en otras latitudes, éste no parece ser el caso en la Argentina actual.


Si bien los candidatos a los puestos legislativos que estarán en juego en octubre aluden con cierta frecuencia a tales temas, los tratan como si fueran anecdóticos porque saben que los resultados dependerán en buena medida del poder de convocatoria de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


La popularidad de la Presidenta, huelga decirlo, ha disminuido muchísimo en los últimos meses a pesar de sus denodados esfuerzos por mantenerse en el centro del escenario nacional emitiendo nuevos decretos y repartiendo mensajes agraviantes a través de la red social Twitter.


Mientras tanto, siguen empeorando la situación económica, la social y, desde luego, la diplomática, ya que la Presidenta se las ha arreglado para provocar una cantidad sorprendente de conflictos con sus homólogos de otras partes del mundo.


La falta de debates serios se debe no sólo a la capacidad notable de Cristina para hacer de sus ocurrencias la noticia más impactante del día sino también a la resistencia de quienes esperan sucederla en la Casa Rosada a hablar de realidades antipáticas por temor a que la franqueza excesiva pueda costarles muchos votos.


Saben que "la herencia" será terrible, que en un par de años las bóvedas del Banco Central podrían quedar vacías, que no habrá ninguna "caja" lo bastante llena para permitirles seguir entregando subsidios a los muchos para los que percibirlos ya es un derecho adquirido al que no están dispuestos a renunciar, que la inflación amenaza con cobrar un ímpetu irrefrenable y que el país podría caer en una recesión profunda al faltarle inversiones, insumos y energía, pero no quieren alarmar al electorado señalándolo.


Tampoco quieren arriesgarse diciéndonos lo que piensan hacer, si es que se han dado el trabajo de estudiar los problemas enfrentados por la maltrecha economía nacional, para corregir las muchas distorsiones ocasionadas por el compromiso de la Presidenta y sus simpatizantes incondicionales con un "modelo" voluntarista disparatado. 


También en las democracias desarrolladas es normal que los aspirantes a reemplazar a un gobierno de otro signo den a entender que su mera presencia en el poder será suficiente para asegurar que en adelante todo funcionará bien sin que nadie se vea perjudicado, con la eventual excepción de un puñado de multimillonarios.


Pero en pocos lugares han sido tan proclives a minimizar las dificultades como ya es tradicional en nuestro país.


Aquí casi todos los presidentes nuevos han tenido el pleno derecho a informarnos que acababan de heredar un "país en llamas" debido a los errores apenas concebibles perpetrados por sus antecesores y que por lo tanto sería muy injusto culparlos por los "ajustes" que las circunstancias los obligarían a aplicar.


Salvo que prefieran compartir el destino de gobiernos como el del Presidente Raúl Alfonsín, que terminó sepultado bajo un alud hiperinflacionario.


Por lo demás, existe el riesgo de que Cristina opte por aferrarse al sacrosanto "modelo" aun cuando entienda que no es viable.


Desde su punto de vista particular, sería mejor imputar el fracaso monumental que le aguarda a las maniobras de una coalición nefasta de magnates corporativos, oligarcas resentidos, imperialistas foráneos y medios supuestamente concentrados que a la incoherencia del esquema que reivindica agravada por la ineptitud realmente espectacular de su propio "equipo" económico.


Por un lado, pues, dirigentes opositores como el Tigrense Sergio Massa son reacios, por motivos electoralistas, a llamar la atención sobre la gravedad de los problemas y, por el otro, está un Gobierno Nacional que, según parece, está tan fascinado por su propio "relato" que se niega a verlos.


De este modo, el país está marchando ciegamente hacia una nueva crisis socio-económica y política que acaso no sea tan calamitosa como la que siguió a la muerte de la convertibilidad pero que podría ser tan dolorosa como otras que la precedieron.

(Fuente : http://www.rionegro.com.ar/diario/fuera-de-foco-1249111-9521-editorial.aspx)