12 de octubre de 2012

VENEZUELA : LA MAYORÍA DE LOS VENEZOLANOS SUEÑAN CON IRSE A UN PAÍS ... DONDE NO ESTÉ CHÁVEZ - BRONCA Y GANAS DE EMIGRAR DE LOS JÓVENES VENEZOLANOS




12/10/2012


LA MAYORÍA DE LOS VENEZOLANOS SUEÑAN CON IRSE DEL PAÍS Y  YA NO SOPORTAR LA DICTADURA DE HUGO CHÁVEZ


PASÓ EN ARGENTINA DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA MILITAR Y LES PASA A MUCHOS ANTE EL DESASTROSO GOBIERNO QUE SOPORTA ARGENTINA


LA REALIDAD ES COMO DICE EL COMENTARISTA DEL DIARIO EL UNIVERSAL : HAY QUE QUEDARSE A LUCHAR ... Y YO LE AGREGARÍA "PORQUE NO HAY DONDE IRSE ..."


¿ Irse del país ?


Por  MARIANO NAVA CONTRERAS - EL UNIVERSAL 


Venezuela pasó de ser un país de inmigrantes, durante el final del siglo XIX y casi todo el siglo XX, a ser un país de emigrantes, especialmente durante lo que va de milenio.

Esto no necesita de estadísticas.

Todos recordamos haber tenido de pequeños algún amigo, algún vecino, algún conocido español, italiano, portugués, árabe, argentino, chileno, peruano, ya no digamos colombiano.

Hoy, por el contrario, casi todos tenemos algún amigo, algún familiar cercano, o varios, en Estados Unidos, Canadá, México, Qatar, España, Italia o Colombia inclusive.

Y no hay mejor indicador del progreso o la decadencia de un país que el flujo de inmigrantes o emigrantes que tiene. Eso no se discute.

Lo decía un buen amigo, los venezolanos confundimos el turismo con la emigración.

Creemos ingenuamente que nuestra vida de emigrantes será muy parecida a la semana de vacaciones que pasamos la otra vez en Disney o en Cancún.

Pensamos que el único país con problemas es el nuestro.

Que nuestra nueva vida será sin duda como hemos visto en las películas.

Con visión cortoplacista, no nos percatamos de que todos los países, el nuestro incluido, tienen tiempos de vacas gordas y vacas flacas.

Y, tal vez el peor error, pensamos que el éxito o el fracaso de un inmigrante, su calidad de vida, se mide exclusivamente en números, en cantidades materiales.

Es aquí donde entra en juego lo que cada quien entiende por su patria.

De la "patria" hemos escuchado muchas definiciones, a cual más cursi seguramente. Sócrates decía en el Critón que la patria es una nodriza.

Yo, que a veces sigo a Borges, descreo como él de ciertas etimologías.

La razón es muy sencilla. Patria, para mí, es simplemente donde están los afectos. Y los verdaderos afectos, lo dice un sabio pasodoble, ni se compran ni se venden.

Es verdad, la de dejar el país es una decisión especialmente dura. Nadie se va de casa por gusto y gana, sino empujado por dolorosas y poderosas razones, a cual más respetable en tanto que capaz de marcar el rumbo de una vida, o de varias.

De todos es sabido, las grandes decisiones se toman con calma, sin prisas, reposadamente, jamás en la vorágine de la ira y la decepción.

Para los que creemos en la libertad del individuo, en los derechos democráticos, en el respeto y la tolerancia, en la honestidad y el trabajo, lo que ocurrió el domingo pasado fue un duro golpe que sacudió nuestra fe en muchas cosas, quién puede negarlo.

Pero no olvides que todo golpe es pasajero. Si te vas, y no te quedas para sanarlo, lo único que lograrás es alargar inútilmente su dolor.

Sé lo que estás pensando. Y lo sé porque a casi todos, estos últimos días, se nos ha pasado algo similar por la cabeza. Tienes muchas ganas de mandarlo todo al carajo, largarte y olvidarte de todo.

En otras palabras, "te irías demasiado". Qué podemos decirte, si todos nos hemos sentido un poco así. Es normal.

Sin embargo, no olvides que la rabia y la decepción son como un humo fugaz que, por un momento y solo por un momento, no te deja ver bien el horizonte. Lo dijo el héroe Aquiles en plena guerra de Troya, que la ira ciega al más sensato cuando se introduce en el pecho y va creciendo como el humo.

Hace pocos días, Henrique Capriles habló de manera tajante: "de aquí no se va nadie". Su lema (cómo olvidarlo) lo resumía en tres palabras: "Hay un camino".

Tú puedes creer más o menos en las consignas. Tal vez para ti, en este momento de temor, dudas e incertidumbre, no hay un camino, sino tal vez dos, o tres, o varios, pero no podrás negar que tu mejor destino, sin duda el único digno y ajeno a la cobardía, es quedarte a pelear por lo tuyo y por tu gente.

(Fuente : diario El Universal de Venezuela)

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